Portada del sitio - Formación - Encuentros - Para no quemar las naves

El pasado 10 de octubre, se reunieron en la ciudad de Rosario delegados
de diversas ramas de la actividad privada. El encuentro fue
motivado por la necesidad de coordinar y acercar posiciones sobre
políticas sindicales que permitan potenciar nuestras fuerzas. Se tomó
como base del debate el documento de la FeTIA “Las tareas para la construcción
de un sindicalismo democrático y participativo”. El intercambio
de ideas fue muy rico y productivo.

Entre otras cuestiones, se remarcó la necesidad
de diferenciar la actividad sindical
en el Estado de la que protagonizan
los trabajadores en las industrias privadas,
donde la construcción gremial asume
mayores dificultades. Las persecuciones
y los niveles de control del personal
son mucho más elevados
en el sector privado y,
por lo tanto, se vuelve indispensable
ajustar las formas
de intervención sindical a la
durísima realidad que se respira
diariamente en tales
empresas, situación que fue
calificada como “dictadura
patronal”.
Otro de los puntos importantes
en que hicieron
hincapié los asistentes fue la
necesidad de realizar el trabajo
sindical de manera
clandestina o secreta. Esta
modalidad no fue buscada por los trabajadores
sino por la patronal, que nos obliga a desplegar
esa metodología de organización debido a sus prácticas
persecutorias y discrecionales. La necesidad se
vuelve más apremiante aún cuando se comienzan a
dar los primeros pasos en la organización gremial de
los lugares de trabajo.
Junto con la obligación de adoptar
una forma de intervención, en el sector
privado, mucho más responsable
y cuidadosa, se rescató la importancia
de no caer en políticas
cortoplacistas. Por el contrario, es
imprescindible plantearse la construcción
sindical con perspectivas
de largo plazo. Los casos más
exitosos de los últimos tiempos,
como el del subte, así lo demuestran.
Varios delegados plantearon
que, en algunos establecimientos, las
nuevas camadas de activistas obreros
tienen la tendencia a quemar todas
las naves en el primer enfrentamiento.
De esa forma, se pierden
importantes cuadros sindicales, se
debilitan nuestras fuerzas, hay que
comenzar de cero nuevamente y se
pierde la experiencia acumulada.
La situación que impera en el sector
privado -y la etapa actual- nos exige actuar
con extrema prudencia. Debemos proceder
con mucho cuidado, pensando que el objetivo
principal del momento consiste en acumular fuerzas,
trabajar pacientemente y desde un punto de vista que
privilegie la construcción en el largo plazo.

por Alejandro Belkin