Portada del sitio - Comunicación - 25/03 Acto homenaje a trabajadores canadienses en Cámara de Diputados

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Acto homenaje a los trabajadores de Saint John, Canadá, por sus acciones en defensa de los Derechos Humanos y Sindicales, por lo cual han sido reconocidos recientemente por el Gobierno Nacional con la “Orden de Mayo”.

Los trabajadores de Saint John de Nueva Brunswick (Canadá), pertenecientes a la Asociación Internacional de Estibadores, han sido homenajeados con la "Orden de Mayo", por el ejemplo de solidaridad sindical que tuvieron al exigir la libertad de los presos políticos durante 1979.
Los canadienses iniciaron una huelga en el puerto de Saint John el 3 de julio de 1979, lo que motivó que se frenara un embarque de agua pesada, denominada “CANDU”, de altísimo contenido tóxico, que tenía por destino la Argentina. Los trabajadores pararon las actividades en exigencia de la liberación de los presos políticos y en protesta por la dictadura militar que desde 1976 gobernaba el país. Los sindicatos a lo largo y ancho de Canadá se unieron a las protestas.
La compaña “NO CANDU” tuvo una amplia repercusión internacional que logró la liberación de varios presos políticos y forzó a Canadá a reconsiderar sus políticas para la exportación de tecnología nuclear y ayudó a detener la venta de un segundo reactor a la Argentina.
La acción de los trabajadores de Nueva Brunswick es considerada como "el ejemplo más dramático y único de solidaridad sindical de Canadá con los trabajadores del Tercer Mundo".

En Argentina se realizará un acto en homenaje a los trabajadores en el salón de actos del Anexo de la Cámara de Diputados de la Nación (Av. Rivadavia 1864) el día 25 de marzo; está organizado por la Federación de Trabajadores de la Industria y Afines (FETIA) y convocado por la Central de Trabajadores de Argentina(CTA) a las 18 horas.

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La historia

“No hot cargo* for Argentina”, 1979

NO CARGA CALIENTE PARA ARGENTINA

Introducción

El 3 de julio de 1979 los estibadores del puerto de Saint John, New Brunswick, Canadá, al negarse a cargar un envío de agua pesada para la Argentina comenzaron un proceso de denuncia y rechazo a la dictadura militar de nuestro país. Los sindicatos a lo largo y ancho de Canadá se unieron a las protestas internacionales, incluida la Federación del Trabajo de New Brunswick, la cual exigió en 1979 la restitución de los Derechos Humanos y la suspensión de las ventas nucleares a la Argentina. Al apoyar la campaña “No Candu for Argentina” los trabajadores de Saint John promovieron la toma de conciencia acerca de los abusos a los Derechos Humanos que se estaban perpetrando en Argentina y lograron la liberación de algunos presos políticos. En el marco de una creciente economía global, los trabajadores de New Brunswick realizaron un acto de solidaridad local que tuvo un impacto de gran importancia para los trabajadores argentinos. El evento ha sido descrito como "el ejemplo más dramático y singular de solidaridad sindical de Canadá para con los trabajadores del Tercer Mundo".

La historia: “Hay líneas que simplemente no se deben cruzar”

En horas de la madrugada del 3 de julio de 1979 un grupo de piqueteros estaba reunido en la terminal de contenedores del puerto de Saint John. A través de la niebla los piqueteros podían ver en el muelle la silueta del “Entre Ríos II”, un gran barco carguero de la Argentina que estaba esperando un cargamento de agua pesada por un valor de 120 millones de dólares. El piquete había sido organizado por el Consejo Laboral del Distrito de Saint John y su mensaje estaba claramente expresado en sus pancartas: "Hot cargo" y "No Candu for Argentina".

El panorama devastador de miles de detenidos, asesinados y "desaparecidos" había despertado la alarma entre los sindicatos de otros países. En Canadá, el Grupo por la Defensa de los Derechos Civiles en Argentina, formado por exiliados argentinos y simpatizantes locales, reunió el apoyo de los sindicatos canadienses, de las iglesias y de otros grupos para hacer un llamamiento al gobierno en protesta por la represión en Argentina y para solicitar la admisión de presos políticos en Canadá. En 1977 se inició la campaña del "No Candu”.

A pedido de la Comisión No Candu, Larry Hanley, presidente del Consejo del Distrito Laboral de Saint John, acordó con Enrique Tabak, un exiliado argentino miembro de la comisión, para que hablara en la reunión de la Federación de Trabajadores de New Brunswick en mayo.

Los afiches con el lema "Hot cargo" comenzaron a aparecer en la ciudad y la atención de la radio, la prensa y la televisión nacional se centró en Saint John.
En la mañana del 3 de julio el escenario estaba listo para un enfrentamiento en el muelle. Larry Hanley y Bárbara Hunter, del Consejo de Trabajo, se unieron a los piquetes de los sindicatos locales, incluyendo los trabajadores del Papel, el Sindicato

Unido de Trabajadores Autónomos, la Asociación Internacional de Maquinistas, el Sindicato de Trabajadores de Correos y el Sindicato de Empleados Públicos. También hubo piquetes en otras partes de la provincia, incluyendo a Barry Howle de la Hermandad de Trabajadores Ferroviarios y Transportistas de Moncton y Gilles Thériault del Sindicato de Pescadores Marítimos. Grupos religiosos así como también representantes de la Voz de la Mujer, del Consejo de Conservación de Nueva Brunswick, del Proyecto Ploughshares y de la Coalición de Energía Marítima se unieron al piquete.

Los trabajadores de la Hermandad de Trabajadores del Ferrocarril, de las Líneas Aéreas y empleados de navieras que iban llegando a sus trabajos también se negaron a cruzar la línea.

En una conferencia de prensa realizada ese día, Hanley explicó la demanda principal de la protesta: la suspensión de las ventas nucleares a la Argentina hasta que los Derechos Humanos y sindicales fueran restaurados en ese país. Hanley pidió además la liberación de activistas sindicales encarcelados y que el gobierno canadiense se comprometiera a extender el derecho de refugio a otros 100 presos políticos.

El paro se generalizó. Llegaron telegramas de apoyo desde todos los puntos del país y la protesta atrajo la atención del gobierno. Al día siguiente, los dirigentes del Comité No Candu y sus partidarios se reunieron en Ottawa con la Secretaria de Estado de Asuntos Exteriores, Flora MacDonald. Estas acciones lograron una fuerte presión que se sumó a otras que a nivel internacional fueron desgastando la dictadura militar.

Aunque el primer reactor nuclear Candu en la Argentina entró en funcionamiento en 1983, los estibadores tuvieron una segunda oportunidad para protestar contra la política canadiense. Cuando la Argentina ordenó las barras de combustible adicionales en 1982, los estibadores de Saint John votaron la negativa a manejar la carga. En su lugar, los suministros debieron ser enviados por vía aérea desde Montreal.

Esos acontecimientos demostraron que cuando se trata de dar respuesta a los llamados de solidaridad, la acción de los trabajadores, aunque pertenezcan a una comunidad local, puede tener repercusiones de gran alcance. Los estibadores renunciaron a un día de salario y recibieron críticas de la Asociación de Empresarios Marítimos, pero su acto de solidaridad les había dado un lugar en la historia. La cantante canadiense Nancy White escribió una canción popular en honor a estos hombres con el lema "No hot cargo for Argentina", y dejó un mensaje de solidaridad al afirmar que "hay líneas que simplemente no se cruzan".

Estos eventos no han sido olvidados. Recientemente, acorde con la política de la actual democracia en la Argentina, los estibadores de Saint John fueron nominados para recibir la "Orden de Mayo", un honor que se otorga a civiles que merecen el más alto nivel de reconocimiento de la Nación. La propuesta fue impulsada por argentinos como Enrique Tabak. Argentina dio curso a dicha nominación en el presente año y otorgó la Orden a Pat Riley en representación de los estibadores y de los diferentes grupos sindicales, religiosos, sociales y ambientales que participaron de aquella memorable campaña.