La Papelera Quilmes fue intervenida en mayo de 2009 luego de cinco meses de estar parada, cuando la gestión privada se retiró y dejó un tendal de deudas y 14 pedidos de quiebra.
Inicialmente se creó un fideicomiso con el Banco Nación y se anunciaron fuertes inversiones que nunca llegaron. La situación se agravó cuando, al fin del fideicomiso, se le sumó una propuesta de cooperativización que incluía el despido o pase a retiro de 100 trabajadores, y luego se les cortó el suministro de electricidad.
La propuesta del Sindicato de Papeleros Mensuales, ahora integrante de la CTA, es la creación de una empresa con un fuerte sesgo social, donde se fabriquen libros y cuadernos para los niños y jóvenes, que sirva de insumo para el desarrollo educativo, social y cultural. Para ello, se reclama la intervención del Ministerio de Educación Nacional y de la Dirección de Escuelas y Cultura provincial, entre otros.